damper o antivibrador
El dámper es una polea alojada en un extremo del cigüeñal cuya misión consiste en neutralizar las fuertes vibraciones que el giro de dicho cigüeñal puede producir. También reduce el desgaste de ciertos elementos de la transmisión.
Significado de dámper o antivibrador
Las explosiones que tienen lugar en un motor de combustión y empujan los pistones, se repiten con una frecuencia tan elevada que generan vibraciones y torsiones en el cigüeñal. Cuando este está trabajando a altas velocidades, dichas vibraciones pueden hacerse más intensas y llegar a suponer una verdadera molestia para los ocupantes del habitáculo, además de afectar a la fiabilidad del automóvil.
Es necesario, por tanto, eliminar o minimizar las oscilaciones del cigüeñal, y de eso se encarga un elemento llamado dámper, polea dámper, antivibrador o polea del cigüeñal.
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Cómo funciona el dámper
El dámper es básicamente una polea ubicada en el extremo del cigüeñal opuesto al volante de inercia. Además de absorber oscilaciones y vibraciones, su movimiento rotativo es aprovechado para mover las poleas que accionan sistemas auxiliares del vehículo, como la bomba de agua, el compresor del aire acondicionado o el alternador del motor.
Lo más habitual es que el dámper esté compuesto por unas piezas metálicas y otra de caucho, que va unida al cigüeñal y se encarga de la función amortiguadora. Esta última es la parte más vulnerable del dispositivo, pues las temperaturas y vibraciones que debe soportar pueden causar su fractura o resquebrajamiento.
Consecuencias del mal funcionamiento del antivibrador
En caso de fallo de la polea, desaparecerá la amortiguación para las torsiones del cigüeñal y este podría llegar a romperse, lo que supondría una avería muy grave. Además de generar un serio riesgo para el cigüeñal, los problemas en el dámper ponen en peligro el sistema de distribución y pueden causar la rotura de la correa.
Se trata, por tanto, de un elemento cuyo mal funcionamiento puede ocasionar reparaciones muy costosas, así que es necesario revisar su estado periódicamente y prevenir su desgaste prestando atención a las señales que envía el vehículo, como ruidos y vibraciones inusuales.
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