compresor g

En un motor de combustión, la potencia es mayor si la mezcla contiene una cantidad de aire más elevada. Para conseguir ese enriquecimiento de oxígeno se recurre a la sobrealimentación, que se sirve de un compresor o turbo que comprime el aire de la mezcla y, como consecuencia, logra unas explosiones más potentes. Eso significa que los motores con sistema de sobrealimentación pueden tener menor tamaño, consumir menos y ser más limpios que los convencionales sin perder prestaciones.

Han sido varios los sistemas ideados para inyectar ese aire suplementario. Los compresores son elementos impulsados por el movimiento del propio motor, mientras los turbocompresores funcionan gracias a los gases de escape. El desarrollo de los turbos ha recibido casi toda la atención de los fabricantes durante las últimas décadas, pero el llamado compresor G pertenece al grupo de los compresores mecánicos, que son arrastrados por el motor mediante una correa o cadena.

El compresor scroll, cuyo concepto ya era conocido hace más de cien años, es de tipo volumétrico, lo que quiere decir que en cada ciclo inyecta un volumen determinado de aire. Su fabricación y sistema de funcionamiento resultan considerablemente complejos, y, si bien Volkswagen ha utilizado el compresor G en varios de sus modelos más populares de otras épocas, en la actualidad ya no es empleado por los fabricantes de automóviles.